Indagando, leyendo e investigando sobre textos, artículos y noticias de salud y enfermedad, observo la tremenda importancia para el bienestar humano de las emciones y del estrés.
Muchas, muchísimas enfermedades de las llamadas psicosomáticas tienen que ver con las emciones no expresadas, con emociones negativas (odio, rabia, rencor, celos, envidia), y con los pensamientos negativos.
Mente y cuerpo están relacionados, también de forma transversal con el espíritu o alma.
Las emociones son o serian un nivel específico de energía que si se acumula en el organismo da lugar a desequilibrios y puede desembocar en enfermedad (que es una brusca solución que ejercita el cuerpo físico para liberarse de tal presión).
El pensamiento también incide en esa posible acumulación energética. Por descontado, está la influencia de la alimentación, de lo que bebemos o el aire que respiramos en la surgencia de las enfermedades.
El cuerpo físico es una maquinaria compleja, delicada, que funciona con muchas piezas que deben ir perfectamente engranadas.
Las emociones y el pensamiento son el aceite que "engrasa" esta delicada maquinaria.
En muchos artículos, noticias se hace cada vez más referencia a la importancia del cuidado de las emociones y de su expresión o manifestación; y que dan una relevancia a la educación emcional y sentimental....
Debiera cundir la alegría, el buen humor y el no acumular...aspecto que "sobrecarga" al organismo, al cerebro, con nefastas consecuencias. Para ello hay muchas tácticas, técnicas, recursos y mecanismos de defensa. Uno muy clásico es el hablar, el identificar lo que le pasa a uno, otro el contacto con la naturaleza, los elementos agua, sol, plantas, aire,... y hay muchos más.