Lo que queda en esta vida no es la materia, no.
Quedan los momentos vividos, experienciados, en definitiva los recuerdos.
Ay!!! Qué tortura en vida es padecer el alzheimer, que borra los recuerdos, la identidad, el ser.
Los recuerdos. Por ello tienen tanta importancia las fotografias para la gran mayoría de las personas. Ya ves, es un papel, un papel sólo.
Pero es un papel emocional que nos evoca algo vivido, algún momento mágico, estelar, alguna persona, algún familiar o ser querido.
Una foto es tratar de congelar el momento presente, que nunca volverá a ser estrictamente idéntico, el que se vivió en su momento.
Sí, las emociones son las que recordamos. Nuestro primer beso, aquel sabor de antaño en el potaje que hacía la abuela, aquel olor a tierra mojada, un bello atardecer en otoño o la sonrisa de la primera hija o nieta.
Emoción y no materia.
Aquel que acumule materia va equivocado en relación a la comprensión de la profunda esencia de la vida.
Recordamos los momentos vividos con otras personas o seres queridos, con algún hecho que nos impactó, y más aún en tiempos difíciles.
Sí, evidentemente, no es la materia la que nos debe mover en esta vida.
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