sábado, 26 de diciembre de 2009



En el dia de la NAVIDAD me llegó esta reflexión desde Capilla del Monte (Argentina):

En cada meditación individual o grupal, estamos activando el poder infinito de nuestros corazones.

Todos tenemos la capacidad de cambiar la historia. Una oración, una meditación, un pulso sostenido de intenciones modifica sustancialmente la realidad.